miércoles, 30 de noviembre de 2016

ALEGACIONES PRESENTADAS ANTE LA CONSELLERIA DE AGRICULTURA POR LOS PORTAVOCES Y PRESIDENTES LOCALES DEL PARTIDO POPULAR A LA APROBACIÓN DEL DECRETO LINGÜÍSTICO:

 Servicio de Educación Plurilingüe de la Dirección General de Política Educativa de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte.
Avenida Campanar, nº 32, escalera 5, segundo piso, puerta D
Valencia, 46015

            Vista la publicación en el DOCGV nº 7921 del día 21 de noviembre de 2016, del proyecto de decreto del Consell, por el que se establece el modelo lingüístico educativo valenciano y se regula su aplicación en las enseñanzas no universitarias de la Comunidad Valenciana.
            Visto que el plazo para la presentación de alegaciones será de siete días hábiles, contados a partir del día siguiente al de la publicación del presente anuncio en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana, de conformidad con lo que establece el artículo 43.1.c de la Ley 5/1983, de 30 de diciembre, del Consell, sobre el procedimiento de elaboración de los reglamentos.
            Los abajo firmantes, que suscriben esta solicitud conjunta ante el Servicio de Educación Plurilingüe de la Dirección General de Política Educativa de la Conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deporte.

EXPONEN:
De la lectura del proyecto de Decreto sobre el modelo lingüístico educativo valenciano presentado por su Conselleria, se desprenden tres conclusiones:

Primero, una clara vulneración de los derechos de los padres y madres de nuestros municipios a la hora de elegir la lengua en la que quieren escolarizar a sus hijos;

Segundo, una discriminación injustificable hacia los alumnos en función de la lengua que elijan;

Tercero, una imposición del valenciano a toda la comunidad educativa -profesores, padres, alumnos, empleados, proveedores...- a la administración autonómica y local sin tener en cuenta las particularidades y realidad de nuestros municipios, ni la opinión de alumnos ni familias.

En suma, un ataque frontal a la libertad de elección que, de implantarse, lesionará gravemente la formación y titulación de los alumnos de nuestras localidades.

La discriminación positiva hacia el valenciano, ligada tanto a la acreditación de los idiomas como a poder tener más horas en inglés, supone una DISCRIMINACIÓN NEGATIVA hacia los alumnos que actualmente cursan la línea en castellano. Los centros que prioricen el castellano no podrán dar el máximo de 3 asignaturas en lengua extranjera y consideramos que las lenguas cooficiales se pueden potenciar sin necesidad de penalizar una tercera. Discriminación positiva sin efectos secundarios.
Los valencianos hemos demostrado a lo largo de la historia que es posible la convivencia entre las dos lenguas oficiales en nuestro territorio, el valenciano y el castellano, siendo este un factor enriquecedor para nuestra sociedad. Una convivencia fructífera, positiva y real reflejada en cada municipio.

La implantación de los niveles de competencia de lenguas conlleva la inexorable eliminación de las líneas lingüísticas en castellano y en valenciano vigentes en la actualidad, habilitando un único programa, llamado Plurilingüe Dinámico. La existencia de estas líneas ha dado la posibilidad en cualquier municipio de la Comunitat Valenciana de escoger en libertad la lengua de enseñanza de los alumnos, por parte de los padres, así como ha funcionado con corrección al respetar la idiosincrasia y predominio lingüístico de cada lengua, en cada zona, sin discriminar ni dar menos opciones al alumnado y a las familias por escoger una u otra opción, y mucho menos negando la titulación en inglés como ahora se pretende.

La inexistencia manifiesta de problemática o conflicto entre personas y lenguas, sería ya de por sí suficiente motivo para nuestra fundamentación. Sin embargo, este aspecto se ve agravado por la introducción de seis niveles de competencia en lenguas que van del Básico 1 al Avanzado 2., donde simplemente el nombre ya discrimina. Sería necesario cambiar la nomenclatura de los niveles del programa plurilingüe dinámico ya que dan lugar a etiquetas innecesarias. Los centros educativos situados en zonas donde mayoritariamente se hable en castellano están discriminados frente a las zonas donde predomine el valenciano. La semántica es fundamental y es lamentable que desde la administración se considere que son básicos los alumnos que estudien en castellano y avanzados los que estudien valenciano.

Consideramos que este decreto supone un auténtico chantaje a las familias. Es absolutamente discriminatorio que aquellos padres y madres que, con total libertad quieran que sus hijos aprendan el máximo inglés, necesariamente deban tener todas las asignaturas en valenciano, excepto la que obligatoriamente determina la LOMCE, cómo asignatura no lingüística en castellano. Cuantas más horas de formación en castellano deseen, menos inglés tendrán.

Para terminar de condicionar, más si cabe, la elección libre de los progenitores, el proyecto de decreto establece que una vez finalizado el periodo formativo se certificará el nivel de competencia de los alumnos. De forma que los que terminen el Bachillerato con un nivel Avanzado, es decir, inglés y valenciano, obtendrán la acreditación del B1 de inglés y el C1 de valenciano sin tener que someterse a un examen interno. Sin embargo, no ocurrirá lo mismo con aquellos alumnos, que hayan escogido el nivel básico.

El escenario propuesto constituye una macabra y consciente utilización de una lengua, como el inglés, para lograr objetivos ideológicos y de predominio lingüístico del valenciano allá donde la libertad ha hecho que  se hable en castellano o en ambas lenguas, como suele ser lo habitual.

 Supone jugar con la necesidad de los padres de enseñar inglés a sus hijos y con el legítimo derecho de acabar la formación con una certificación adecuada en inglés, tan necesaria para tener oportunidades en un mundo laboral globalizado. En definitiva, se usa la legislación educativa como herramienta política y pincel social para que un gobierno dibuje mediante la ideología la sociedad que anhela, en vez de articular normas que respeten la diversidad lingüística y la libertad de las personas. Un hecho grave que los abajo firmantes, condenamos, lamentamos y rechazamos de plano, por estar en contra de la ingeniería social que aplican a nuestros hijos y del evidente adoctrinamiento político subyacente en todo el texto del proyecto de decreto.

También pensamos que es necesario incluir el área de inglés en Infantil tres años. El nuevo proyecto de plurilingüismo da un paso atrás puesto que elimina el avance que consiguió el PPEC y el PPEV, los cuales contemplaban la enseñanza de inglés desde Infantil 3 años. Con tres años los niños adquieren y absorben mucho vocabulario. Son numerosos los estudios en los que especialistas coinciden en afirmar que la enseñanza del segundo idioma ha de comenzar a una edad muy temprana, así el niño lo interioriza de forma natural.

El Consell va más allá queriendo imponer el uso del valenciano, ya no solo en la formación de los alumnos, sino en todo el ámbito escolar y en toda la administración educativa, volviendo a vulnerar la identidad de numerosas localidades castellanohablantes y a perturbar la pacífica convivencia entre valenciano y castellano que se da en la actualidad. Este último aspecto se comprueba con una somera lectura del artículo 4.1 del proyecto, que afirma “En la Administración educativa de la Comunidad Valenciana se utilizará, de manera general, el valenciano. También se utilizará el valenciano en las relaciones de esta con el resto de la Administración autonómica y con la Administración local, y en las relaciones con las entidades públicas y privadas de la Comunidad Valenciana”.
Los abajo firmantes lamentan a su vez que esta norma que quiebra los históricos consensos lingüísticos de la Comunidad Valencia -nombre que ha sido sustituido por País Valenciano en todas las reuniones que los inspectores de educación han mantenido con los directores de centros para "animarles" a acatar la norma- se haya hecho por la vía del decreto, sin publicidad y con sólo siete días para su estudio y alegación.
Lamentamos también que la exención que venía existiendo de la asignatura de valenciano, y que podía pedirse ocasionalmente por alumnos de alguno de los 143 municipios de la Comunidad Valenciana que según la Lley de Us i Ensenyament del Valencià de 1983 son de habla íntegramente castellana, pierda todo su sentido, pues nadie pedirá eximirse de una asignatura si el resto son en la misma lengua.

Por todo lo expuesto anteriormente,

SOLICITAMOS la retirada del actual proyecto de Decreto por el que se establece el modelo lingüístico educativo valenciano y se regula su aplicación en las enseñanzas no universitarias de la Comunidad Valenciana.


Lo que firmamos, a los efectos oportunos